#33 La confianza; la pieza clave del talento en los equipos

"El talento no necesita ninguna gestión, no se puede exigir, solo se puede acompañar y darle el espacio"

Anónimo


Hay algo esencial que olvidamos con frecuencia en las organizaciones: que el talento no se produce ni se fuerza. El talento brota, aparece. Y como todo lo que brota, necesita tierra, agua, aire y el espacio necesario para poder desarrollarse. No basta con tener a “las mejores personas en un equipo,” a las mejores técnicas o profesionales.

Desde CAIS entendemos la organización como un organismo vivo. Esto nos lleva a ver el concepto del "talento" desde un ángulo muy diferente al clásico. Aquí no se trata de evaluaciones de desempeño, ni de competitividad, ni de “paquetes de beneficios” envueltos en un envoltorio brillante. Se trata, más bien, de permitir que las personas se encuentren, se expresen y se vinculen con un propósito que les trasciende.

¿Cómo podemos crear dentro de nuestra organización los espacios necesarios para acompañar al talento?

El primer paso para que el talento pueda aparecer es ofrecer un paraguas, un espacio de seguridad. No seguridad en el sentido tradicional de la estabilidad que puede ofrecer un contrato o una nómina, sino tener la capacidad de ofrecer seguridad emocional, de poder crear un entorno donde las personas pueden ser ellas mismas. 

Esto significa permitir la vulnerabilidad, valorar la autenticidad, y sobre todo, confiar en los demás. La confianza no puede ser un premio que se gana, sino comprender que es el primer paso, es el punto de partida. La confianza de que cada persona puede contribuir desde su propio enfoque, puede aprender y necesita crear. 

El liderazgo se transforma. Ya no es la figura que todo lo sabe, todo lo decide y todo lo controla. La persona líder (coordinadora o gerente) toma un papel más de "persona dedicada a cuidar las condiciones del ecosistema". Su rol principal sería hacer desaparecer el miedo, dar espacio a las conversaciones difíciles, reconocer el esfuerzo y el trabajo de los demás de forma sincera y dispone de un sistema de escucha activado.

El talento del equipo aparece cuando el liderazgo deja de ser "el poder sobre" para  transformarse en una presencia que acompaña. 

¿Cual es el papel de la autogestión de los equipos?

También, hay un tema importante cuando hablamos de confianza: la posibilidad de prestar autogestión a las personas sobre su trabajo. 

Esto implica una profunda madurez colectiva, un acuerdo tácito de corresponsabilidad. Permitir a los equipos organizarse, tomar decisiones y aprender de sus errores es un acto de amor organizativo. Porque les estamos diciendo: "Confiamos en vosotros". 

No se trata solo de hacer que el talento brote, sino de sostenerlo y acompañarlo en todo su ciclo. A veces florecerá con fuerza; otras veces necesitará parar, descansar, reorientarse. Un talento cuidado es un talento sostenible. Esto implica tener conversaciones reales. Escuchar no solo lo que se dice, sino lo que no se puede decir. Estar disponibles y aceptar que hay momentos de cambio, de transición, incluso de despedida. Porque cuidar el talento también es saber dejarlo ir cuando su camino toma otra dirección. Un camino en el que puedan ser y contribuir desde su verdad, desde su propio talento.  

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Consorcio Andaluz de Impulso Social, Isabel Porras 16 de julio de 2025
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